sábado, 21 de marzo de 2020

Auxilio y perdón


Normalmente cualquier cosa puede distraerme, pero esto es cada día más difícil. No puedo soportar la agonía que tengo y que desconozco su razón. Todo me molesta, todo me hiere, nada me gusta, nada me motiva. Siento como si me estuviera comiendo mis dedos a partir de mis cutículas. Hay un hueco en mi pecho que me hace querer abrirlo hasta desfallecer en mi propia sangre, pero tan solo un poco de dolor, es capaz de tirarme por completo. 

A veces soy una persona, pero cuando se encierra en una caja, otras más quieren salir. No hay valores, no hay sentimientos, no hay sueños, todos son una vasija vacía llena de arena, que, aunque es pesada de cargar, tan solo la tientas y se desliza por completo en tus manos. Dudo mucho que alguien como yo pueda ser capaz de sentir la felicidad por mucho tiempo, no porque sea pesimista, sino porque soy una saboteadora. La caja está algo magullada y rota, pero aún sirve para cubrirte del frío. Tengo la esperanza de que todo esto algún día cambiará, porque cada vez es menos tolerante ser comido por dentro. 

Quiero pedir perdón por todo el mal que he hecho, no importa si fue mi intención o no, pero estoy casi tan harta como ustedes de esto. Ya no quiero causar más problemas y tengo miedo de fallar, pero pongo el poco aliento que me queda, en no enloquecer con estas ideas retorcidas que de alguna manera reflejan un poco de lo que gritan en esa caja a diario. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario